Imagínate un lugar donde el aprendizaje no se limita a las aulas, donde los niños son rodeados por espacios verdes, y donde la naturaleza es un maestro. Los colegios campestres ofrecen esta experiencia única, influyendo de manera significativa en el desarrollo motor, cognitivo y social de los niños.
En la actualidad, los espacios verdes en las zonas urbanas se vuelven cada vez más escasos, lo que plantea preocupaciones sobre su impacto en la calidad de vida y el desarrollo de los pequeños. Por ello los padres conscientes de la importancia de que sus hijos crezcan en un entorno natural buscan colegios campestres que ofrezcan los beneficios de este entorno.
Por ello, en ciudades como Bogotá, que han estado en alerta ambiental debido a la alta contaminación en los últimos meses, los colegios en las afueras de la ciudad se convierten en refugios menos afectados por esta problemática. Esto tiene un impacto positivo tanto en la salud como en el proceso de aprendizaje de los niños.
Echemos un vistazo a los beneficios que un colegio campestre puede brindar:
1. Salud Física:
- La cercanía constante con la naturaleza impacta de manera positiva en la salud de los niños.
- Los amplios espacios al aire libre promueven la actividad física, evitando el sedentarismo y mejorando la presión arterial.
- La variedad de deportes y espacios al aire libre fomenta un estilo de vida activo.
- Más árboles significan menos contaminación y, por lo tanto, una menor incidencia de enfermedades respiratorias.
2. Salud Mental:
- Los colegios campestres brindan aire puro con una menor concentración de óxido de nitrógeno, reduciendo el riesgo de trastornos mentales, especialmente en niños y jóvenes.
3. Estimulación de la Creatividad:
- Grandes espacios abiertos y verdes despiertan la curiosidad y el asombro de los niños, promoviendo la imaginación y la resolución de conflictos.
- La naturaleza fomenta la exploración y el descubrimiento de nuevos temas, lo que lleva a la generación de ideas creativas.
4. Aumento del Desarrollo Cerebral:
- La exposición continua a entornos verdes reduce la exposición a la contaminación, lo que a su vez aumenta la producción de materia gris y blanca en el cerebro, mejorando la capacidad cognitiva.
- Esto impacta positivamente en la concentración, la retención de información y la atención de los niños, contribuyendo a un mejor rendimiento académico.
5. Aprendizaje Significativo:
- El ambiente donde los niños estudian tiene un impacto fundamental en su proceso de aprendizaje. Los colegios campestres proporcionan un espacio estimulante y habitable que influye en la educación de los niños.
- Siguiendo la inspiración de Reggio Emilia, el entorno se convierte en el «tercer maestro», incentivando un aprendizaje experimental, comunicativo e investigativo.
En resumen, un colegio campestre ofrece un refugio donde los niños pueden crecer rodeados de la naturaleza, lo que impacta positivamente en su desarrollo físico, intelectual, social y emocional. Los espacios verdes influyen en todos los aspectos de su vida, sentando las bases para un futuro saludable y exitoso.