La Organización Mundial de la Salud nos advierte que la inactividad física es un enemigo de la salud en todo el mundo. Sorprendentemente, el 60% de la población global se ha vuelto sedentaria. ¿Qué nos lleva por este peligroso camino? Horas de ocio, rutinas laborales y domésticas monótonas y la falta de motivación para movernos de un lugar a otro son solo algunas de las razones detrás de esta inactividad física.
En Bogotá, un estudio de la Secretaría de Salud reveló que siete de cada 10 niños son sedentarios, pasando entre tres y cuatro horas al día frente a la televisión, la computadora o consolas de videojuegos. Por otro lado, la mayoría de los adultos no suelen realizar actividades físicas, ya que cinco de cada 10 mujeres y seis de cada 10 hombres carecen de ejercicio en sus vidas.
Pero aquí está la buena noticia: ¡podemos darle la vuelta a esta situación! Algunos padres inteligentes han decidido inscribir a sus hijos en actividades deportivas que pueden disfrutar en familia. ¡El deporte no solo fortalece los lazos familiares, sino que también actúa como una terapia que aumenta la autoestima y alivia el estrés!
«Con el deporte, no solo encontraremos relajación, sino que también podremos cultivar valores importantes junto a nuestros seres queridos, como la responsabilidad, la honestidad, el respeto y el compromiso», señala Juan Carlos López, administrador deportivo.
Es esencial fomentar la actividad física en familia porque, a través de ella, creamos rutinas que nos ayudan a liberar tensiones, conectarnos unos con otros y adoptar estilos de vida saludables que promueven nuestro bienestar físico y emocional.
Mientras los niños se ejercitan junto a sus seres queridos, también absorben valiosas lecciones:
- Dedicación y entrega: aprenden la importancia de la constancia, la regularidad y la rutina.
- Esfuerzo y fortaleza: el deporte les enseña a enfrentar obstáculos con determinación.
- Responsabilidad: cuidan su equipo deportivo y llegan puntuales a sus actividades.
- Constancia: el entrenamiento frecuente les ayuda a establecer rutinas con facilidad.
- Solidaridad: aprenden a cuidar a sus compañeros y a ser generosos.
- Tolerancia: descubren y respetan las diferencias entre ellos y fomentan la amistad sin importar raza, religión o cultura.
- Diversidad e inclusión: practican el respeto y la colaboración con rivales.
El deporte es un pilar fundamental para el aprendizaje significativo, es importante que tus hijos estudien en un colegio que entienda esto. Los niños desarrollan su creatividad, imaginación y habilidades físicas, al tiempo que fortalecen su crecimiento socioemocional. Participar en actividades deportivas les brinda la oportunidad de interactuar con otros niños, forjar amistades y aprender a tomar decisiones.
