A menudo, tendemos a creer que la creatividad es un don raro que solo unos pocos afortunados poseen y que solo se manifiesta en el arte, la música, el teatro y el diseño. ¡Eso no podría estar más lejos de la verdad!
La creatividad puede florecer y prosperar en todas las áreas, ya sea matemáticas, ciencia, escritura, danza, siempre que se aborde con un enfoque lúdico. Como señala Leybert San Martín, un profesor apasionado de la Escuela Normal Superior Farallones de Cali: «Cuando hablamos de creatividad, a menudo pensamos en pintura, música y todo lo relacionado con el arte, pero también se puede fomentar la creatividad en matemáticas, resolución de problemas y cómo los niños interpretan textos».
La creatividad no solo es una habilidad aislada, sino una llave maestra que desbloquea una variedad de competencias y cualidades como la innovación, el optimismo, el pensamiento crítico, el análisis, la imaginación, la autonomía, la paciencia y la espontaneidad. Estas habilidades no solo nos ayudan a relacionarnos mejor con los demás, sino que también nos capacitan para resolver problemas, mantener una mente abierta a nuevas ideas y ver el mundo desde múltiples perspectivas. Por lo tanto, es crucial que los niños participen en actividades que fomenten y nutran esta habilidad desde la primera infancia y durante su educación, ya que esto tiene un impacto positivo en su desarrollo emocional, social, cognitivo e intelectual. Además, este proceso debe estar respaldado por adultos, ya sea un padre o un maestro, para responder a preguntas y orientar.
Entonces, ¿cuáles son los beneficios de nutrir la creatividad en los niños desde temprana edad?
La primera infancia es una época en la que los niños tienen la libertad de explorar y desarrollar una amplia gama de habilidades, sin las presiones sociales o culturales que afectan a los adultos. Esto no significa que la creatividad no pueda cultivarse en la edad adulta, sino que el contexto de vida es muy diferente. Por eso, es esencial que los niños participen en actividades que nutran su creatividad, lo que tiene un gran impacto en su desarrollo personal y profesional.
Aquí te presentamos tres beneficios clave de fomentar y desarrollar la creatividad:
- Estimula la espontaneidad, la memoria y la atención al detalle: la creatividad también mejora la capacidad de comunicación, ya sea a través de la escritura o la expresión oral. Además, fomenta la confianza en uno mismo y la colaboración en equipo desde una edad temprana.
- Fomenta la singularidad y la identidad personal: la creatividad permite a los niños realizar tareas de manera única y dejar su marca personal en lo que hacen.
- Desarrolla habilidades de autorregulación, seguridad, aceptación y autoestima: la creatividad fomenta la valoración de uno mismo y el respeto hacia los demás.
Educar a un niño en las artes y el dominio de su propio cuerpo es un hilo conductor fundamental que guía a los estudiantes a lo largo del laberinto de la vida y les brinda control sobre su identidad. Como afirma Luisa Agudelo, docente de preescolar: «El propósito de la pedagogía debe centrarse en el desarrollo de la inteligencia creativa, que permite expresar percepciones, sentimientos e ideas de diversas disciplinas a través de representaciones visuales, teatrales o lúdicas, introduciendo diferentes alternativas de acción y perspectivas ante un mismo fenómeno».